domingo, 15 de julio de 2012

de que sirve


De que me sirve vivir si bebo alcohol por no poder saciarme con tus líquidos sentidos.

Para que me vale sentir si impides que compruebe porqué siento que vistes seda en tu piel desnuda.

Ni siquiera quiero entender, si me dejas a las puertas del laberinto de tus cuestiones y de tus dudas... si no tengo permiso para perderme en tu mundo.

Para que perder si no puedo intentarlo. Para que un mundo que sin ti está vacío. Para que un mi, sin un tú sostenido.

Y es que consigo recordar tan claramente, cosas que podrían no tener sentido, y, sin todo, sigo sentado en el recuerdo ilógico que no sé si creo, o destruyo. Sigo sentado en la memoria que no me dice si consigues lo que yo busco, que me oculta lo que necesito y tu tienes, que no me impide seguir persiguiendo mis mil locuras.

Pero es que no quiero ver, si en lo oscuro, se forma, entre sombras, tu imagen... ni quiero imaginar otra cosa.

Porque sin oír lo que piensas no quiero oír voz alguna, ni quiero escuchar más voces que la que cruza tus labios. No quiero besar unos labios que no tengan tu sonrisa, ni sonreír sin que tus gracias motiven mis gestos.

No pretendo motivar, con esto, ni dar sentido al movimiento que llevó mi atención a quedarse parada.

Pero, pese a todo, las intenciones sólo cuentan con números romanos para explicarte el alcance de mis deseos.

2 comentarios: