-Creo
que te mereces algo mejor de lo que encuentras... Vale que hoy en
día, ni los feos son tan buenos ni los guapos son mejores... en
verdad, casi lo mejor es que te quedes como estás...
-¿Y, qué hay de ti?
-¿Yo?,
ya tengo más de lo que me merezco
-Pero...
¿y si me enamoro?
-Puedes,
y hasta puede que te corresponda, pero por amor no se entiende lo
mismo dos veces.
-¡Es
eso qué tu no amas!
-Qué
amo de muchas formas y quizás en demasiadas ocasiones, mas siempre
aviso de que no es conveniente amarme.
-Pero
quizá puedas transformarme y eso me pueda bastar.
-Me
sorprendería.
-¿No
me crees capaz de hacerlo?
-¿El
qué?
-Amarte
por sorpresa.
-Sabes
que la respuesta es sí, y hasta que me sorprendería amándote; pero
no te condenaría a mi desorden.
-¡Muy
considerado por tu parte, pero creo que soy libre de elegir mis
condenas!
-Yo
sólo lo advertía... Me duele el aire que te aparta y la cabeza...
-Para la cabeza no tengo cura, pero...
-¿Qué
haces tan cerca?
-Arreglar
tus dolores y mis defectos.
-¿Defectos?
¿Tú? Lo dudo...
-Según
tú... no escojo bien mi compañía.
-Ahora estás conmigo. ¿No?
-¡Pues
claro!
-¡Entonces
cúrame!(...) ¿Puedo explotar?
-¡Hazlo!
-¡No
sin llevarte!
-¡¡Hazlo!!
-¡¡¡BOOM!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario