Y tú, ¿de que estás avergonzado?
¿Es la música que
escuchas la que te avergüenza?
¿o, tan sólo, la canción que
quisieras silbar y no silbas por miedo a lo que los demás piensen?
¿Es, acaso, que la melodía que suena
en tu cabeza y que pasas días y días sin poderla quitar del
pensamiento no merece ser expresada?
¿Te da vergüenza bailar?
¿Expresar con los movimientos del
cuerpo lo que una canción como esta que ahora suena, canción que
revolucionó la música parisina con su vie en rose,
te hace sentir?
¿acaso
no te atreves a demostrarme lo que puedes enseñar con la danza?
¿no
te atreves a moverte junto a mi y combinarnos, fundirnos, con la
música como fuego que nos mezcle?
Y ¿a
pensar? ¿Te atreves a pensar?
Hagamos
un experimento, intenta pensar algo que nunca te atreverías a
pensar...
¿qué
tenemos?
Seguro
que cosas que te están avergonzando ahora mismo...
pero,
¿por
qué no te atreves a pensar? ¿No estas en un espacio sólo tuyo?
Puedes
hacer con tu pensamiento lo que quieras y no tiene porque darte
vergüenza pensarlo todo.
Es
como sentir, y tampoco te atreves a sentir, estoy seguro...
¿por
qué lo haces? ¿por miedo?
A mi
me asusta mucho más pasarme la vida avergonzado...
dejando
que sea la vergüenza quien detenga y decida mis movimientos,
pensamientos y sentimientos, y no yo.
¡Vamos!
atrévete a hacerlo todo, no hay nada ni nadie que te pueda impedir
ser como quieres.
No
tienes por qué dar explicaciones, ni excusas, sólo tienes que
actuar, decidir por ti mismo.
¡Hazlo!,
que no te avergüence ser tu mismo, ni descubrir quien eres; que no
te asuste convertirte en lo que quieres ser, ni tampoco cambiar.
Todo
lo que quieras hacer con tu persona puedes hacerlo, sólo tienes que
tomar la decisión correcta.
Y
ahora... ¡Vuela!
¡Bienvenido a tu vida!
No hay comentarios:
Publicar un comentario