martes, 1 de enero de 2013

La conversación de Sea y Seado


-¿Por qué no querernos? Podríamos olvidarnos de todo lo que existe menos del cariño y vivir por y para amar y ser amados. ¿Por qué no me quieres con todas tus fuerzas como si no hubiera mañana?
-Porque al corazón solo responden las venas, y el cerebro no tiene corazón. Porque la vida frena mis intentos. Porque la muerte espera mi llegada. Y temo, tengo miedo a todo lo que pueda pasar, mientras está no pasando.
-Pues no temas. ¿Acaso no te sientes bien conmigo? ¿No está tu espíritu tranquilo?.
-Está más tranquilo que el yo mismo... nunca había estado más a gusto que ahora, aquí. Sin embargo, no me deja, mi paciencia me lo impide, cuando no es la inocencia, cuando no la debilidad.
-¿Entonces? ¿A qué esperas?
-A que el cosmos en su conjunto me diga que es el momento. O eso creo.
-En eso te excusas.
-No lo sé... quizás sea verdad lo que dices. Puede que me falte valor...
-... ¡pero si vales tanto como el tiempo!
-Me refiero a valentía.
-Yo también...
-¿Estás segura?... no sé que pensar.
-Pues no lo hagas.
-¿Lo crees posible?
-En verdad, no. Pero que pierdes en intentarlo. No sé... imagina que nada sabes tu de mi, pero que yo de ti lo sé todo... imagina que el tiempo perdió tus pasos y solo yo los he podido seguir hasta aquí. Y ahora sumérgete en la piscina de mi mente y busca lo que es tuyo y mio.
-¿No intentas ahogarme?
-Es evidente que sí ¡acaso no quedó lo bastante claro! Pero, dime, ¿qué vas a hacer? ¿quedarte ahí por no ahogarte?

No hay comentarios:

Publicar un comentario