sábado, 24 de diciembre de 2011

Me devoran las horas

Hoy me devoran las horas, insaciables como la muerte, no queriendo dejar ni un fragmento de lo que soy o lo que he sido. Pretenden deshacer aquello que hicieron tantas semanas unas horas errantes, perdidas, mientras que a mi camino, el que me toca, se le da por andar
y yo... no sé a qué agarrarme.

Caigo. Caigo y me precipito sin llegar a alcanzar, como en sueños.

Se va extendiendo el vacío mientras siento afilados segundos masticando mi piel.
Arrancando más que carne.

Esparciendo vísceras de mi sentir que nada entiende, de mi razón que nada siente, ambas procurando una verdad negada a ser. Y así se niega ella y todo
y yo... ¡no sé a qué agarrarme!

Caigo. Caigo con todo el arrojo, de quien así un día lo quiso.

Me dan impulso minutos, empujando mi cuerpo herido por la vorágine del espacio que nunca llegué a ocupar, junto con todo el que hoy me envuelve.

Me devoran las horas, hoy, que ignoro que pié da el siguiente paso, que apenas sé si piso.

Hoy que me estoy deslizando por veredas ilusorias que me han traído hasta aquí: donde yace un pelele descordado.

Y entre tanto me consumo: ni un grito, ni un quejido lastimoso haciendo acto de presencia. Nada se oye, más que el pulso de ese tiempo que contempla, anhelante, el efecto de los segundos aferrados a mí piel, procurándose perpetuar.

Me devoran las horas y yo... no sé a qué agarrarme, hoy que mi propio camino se apartó, otra vez, de mi vista. Ojalá, que por lo menos, les resulte indigesto.

4 comentarios:

  1. Crudo como una mañana de invierno siberiana, desolador y doloroso...
    Pero con una calidad impresionante. Tremendo, Maestro: congratulaciones.

    ResponderEliminar
  2. Ya te dije lo que pensaba del texto Maestro....
    Brutal, sinceridad en puro estado, se rompe cualquier tipo de barrera entre lector y escritor, me encanta.

    Ánimo pequeño :)

    ResponderEliminar
  3. Me he sentido mal al leerlo... pero de manera empática, sin duda esto sí es triste, y no melancólico... ánimo chaval, aquí nos tienes!

    ResponderEliminar
  4. que coño animo... hundete en la miseria, hermanito, que cuanto más te hundes, mejor escribes. Ya te rescataremos despues ;)

    ResponderEliminar