Si
estaba yo tan perdido ¿cómo he podido encontrarte?
Si
me había desviado hasta de mi propia decisión ¿cómo es que
estabas tú allí?
Si
ni siquiera tenía un destino ¿cómo te has convertido en mi meta?
Y
me encontré al encontrarte y encontrar en ti lo que no estaba
buscando siquiera, un día inhóspito e inesperado, en el que nada
parecía que fuera a llegar a ser lo que acabó al final sí siendo.
Apareciste como una aparición en el lugar donde tenía que estar yo
sin haberlo decidido. Fue el viento quien me llevo hasta allí y que
trajo hasta mi la voz que irrumpió rompiendo carámbanos y témpanos
de hielo, acariciando mis tímpanos sin miedo. Sólo pude dejarme
llevar y nos llevamos llevados por lluvia, tan solo imaginada, a
algún callejón sin salida.
Allí
fue donde, por vez primera, me quisiste echar de tu vida, y nunca me
habían echado con tal recibimiento que me acogía con sin-quereres
que se aferraron a mi entender. Y no entendí otra cosa que lo que me
llevó a agarrarme a ti.
Desde
entonces lo entiendo todo.
En
esta vida de teorías impera el caos en sus jugadas y sé que fue
cuando me envolvió ese caos, cuando me perdí, cuando no decidí no
hacer lo que no decidí que haría, cuando no me quedó una pizca de
destino ni en el fondo del zapato; fue entonces cuando te encontré,
cuando estuviste allí, cuando te convertiste en mi meta.
Y
ahora, que todo esto ha pasado,
sólo
puedo encontrarte, allí, en mi meta.
Más que río sonrío :)MM
ResponderEliminarMe gusta, es emocionante!! :)
ResponderEliminar